sábado, 15 de septiembre de 2007

10 reglas antes de iniciar la educacion de su mascota



Antes de comenzar a trabajar con nuestro cachorro recordemos diez principales fundamentos a propósito del aprendizaje:

1

El perro no entiende el castellano, ni lo entenderá nunca. Las palabras, como los gestos y los olores, representan simplemente un estimulo por el que puede verse condicionado a dar una respuesta determinada






2

El perro no tiene sentido moral, nunca puede sentirse culpable o bueno. Sólo puede asociar determinada acción con determinada respuesta, positiva o negativa, por parte de su amo.




3

El perro no puede aprender un modelo de comportamiento que no le pertenezca genéticamente: es posible utilizar a voluntad las aptitudes innatas del perro, pero no podemos crear aptitudes nuevas (para poner un ejemplo banal, el perro puede aprender a sentarse a la orden porque sentarse es un acto natural para él, pero nunca aprenderá a beber como un hombre, ni por las buenas ni por las malas, porque no está en su naturaleza). Sin embargo, podemos potenciar actitudes que, de otro modo, aun siendo innatas, no se verían con demasiada frecuencia (p. ej., acrobacias circenses).






4

La motivación es la base de la educación y del adiestramiento: cuanto mas fuerte sea la motivación para realizar un acto determinado, mas rápido será el aprendizaje. La motivación puede entenderse en sentido agradable (obtener comida o caricias) o en sentido desagradable (evitar un dolor o en cualquier caso una situación de estrés). Otra motivación que hay que tener en cuenta es la satisfacción de la llamada curiosidad (en etología, comportamiento de orientación y reconocimiento). El hombre ha basado en ella toda la investigación científica, pero también en el perro la curiosidad es un fuerte estímulo para el aprendizaje





5

Una vez que el perro ha aprendido que la ejecución de un ejercicio le da una gratificación, se crea en él la necesidad de repetir esta experiencia agradable. En etología se habla de creación de una necesidad secundaria, o de creación de una apetencia. Ésta es una fase muy importante del adiestramiento, porque el perro, que ha aprendido un ejercicio estimulado, por ejemplo, por el deseo de comida (oferta de un bocadito), podría no volver a repetirlo si no se le volviese a presentar el bocadito o en caso de que no tuviese hambre. Sin embargo, si sustituye el deseo de la comida por el deseo de una caricia o de una palabra amable, hará todo lo que sea necesario para satisfacer a su amo en cualquier momento.



6

Los impulsos para el aprendizaje pueden ser inhibidos por un impulso externo mas fuerte (por ejemplo, una perrita en celo de paso puede ser más interesante que un amo que grita: "¡Sitz! ¡Sitz!") Los impulsos más fuertes son siempre los más naturales para el perro (impulso del sexo, de la caza, del alimento, etc.). Es conveniente habituar al perro a las distracciones, para no sufrir con demasiada frecuencia sus consecuencias.




7

El deseo de superar una frustración o un dolor físico puede ser un fortísimo estímulo para el aprendizaje, tanto como una recompensa. Para el perro no hay mucha diferencia entre alcanzar un efecto agradable y alejarse de un efecto desagradable: el intenta solamente sentirse bien, y sus acciones tienden a este fin, aunque sin tener conciencia de ello. Así pues, los refuerzos positivos o negativos tienen el mismo valor.






8

Según el punto 7 podría parecer sólo una cuestión de gustos adiestrar al perro por las buenas o por las malas, y en realidad el perro aprende un ejercicio con la misma rapidez, tanto si éste le permite obtener un premio como si le permite evitar un castigo.


Sin embargo, existe una notable diferencia por lo que se refiere a su relación con nosotros. En efecto, el perro combina la ejecución mecánica de la orden con razonamientos y auténticos pensamientos que le permiten discriminar entre un amo firmemente amable y un amo inútilmente violento. Así pues, amará al primero y lo considerará su jefe, mientras que se limitara a temer al segundo. Dado que en la naturaleza un jefe nunca es violento, aunque el perro le conceda su obediencia sin duda no le dará su aprecio ni su corazón. El perro es un animal social capaz de reconocer como correctos o erróneos ciertos modelos de comportamiento de su figura-guía. Es correcto lo que permite la supervivencia de la jauría y su bienestar, mientras que es erróneo lo que pone a la jauría en peligro. Ni siquiera en este caso el perro hace consideraciones morales (en todo caso deberíamos hacerlas nosotros cuando elegimos entre un adiestramiento de tipo suave y uno más violento) y sin embargo, siguiendo su propia naturaleza, afirma en cierto sentido la validez de los mismos valores morales humanos.










9

Sea como fuere, cuando se ha obtenido una respuesta positiva por parte del perro ésta corre el riesgo de ser olvidada o, mejor dicho, apartada, si el amo no hace seguir siempre a esta respuesta una gratificación. Es conveniente variar estas gratificaciones (refuerzos) incluso para estimular su vivaz curiosidad, impulsándolo a realizar las cosas bien y de prisa "para ver qué sucede". ¿Llegará un bocadito o una caricia? Es lo que yo llamo efecto huevo de Pascua, por que puede ser utilísimo para despertar el interés de un perro aburrido, exactamente como las ganas de ver la sorpresa hacen que el niño se coma el chocolate del huevo de Pascua (aunque no tenga hambre).














10

El cachorro es un perro en el más amplio sentido de la palabra, y es mucho más adiestrable que un adulto porque aún está bien dispuesto a someterse a sus superiores jerárquicos. Además, como ocurre con los niños humanos, tiene un cerebro sumamente elástico y dispuesto a aprender. En contrapartida, los errores cometidos con el cachorro permanecerán indeleblemente grabados en su memoria: si le hace una trastada, para él será, en cualquier caso, una trastada enorme (mientras que un adulto sabe distinguir, en ciertos casos, la involuntariedad o la intencionalidad). Si usted pierde su confianza, tendrá que sudar mucho para volver a ganársela.










_______________


COMUNICANDONOS CON NUESTRA MASCOTA



Hola Amigos... les presento algunas de las formas de comunicacion de nuestras mascotas .....muchas veces ellas nos quieren decir algo...en su idioma....aqui algunos tips para entenderlas mejor,,,,

HABLEMOS DE COMUNICACIÓN

Si llamamos actor al que quiere comunicar y receptor al que recibe la comunicación, podemos definir este concepto como: proceso por el cual los actores usan señales especialmente diseñadas, para modificar la conducta de los receptores.

Los perros usan señales muy fiables y sobre todo muy 'honestas'.

Los humanos somos algo más deshonestos en nuestras comunicaciones de tal forma que, cuando un borracho se tambalea, está intentando comunicar que necesita ayuda para conseguir el equilibrio y, sin embargo, lo que consigue es que cambiemos de acera.

Los perros, en su trato con nosotros, han aprendido algo de nuestra deshonestidad comunicativa pero solo consiguen engañar con ella a los seres humanos. Entre ellos, (los canes) es muy difícil el engaño.

Basándonos en el concepto anterior podríamos afirmar que una señal solo puede ser considerada como tal cuando es capaz de modificar la conducta de quién la recibe.

En el ejemplo anterior, el borracho no consigue modificar la conducta de otro humano o, por lo menos, no en el sentido deseado.

Si un perro me enseña los dientes y me hace huir, seguro que ha conseguido emitir una señal correcta....lógico no les parece..................


El lenguaje de mi Mascota

Los perros, como todos los cánidos, se comunican a través de tres grandes grupos de señales:

Vocalizaciones Expresiones Faciales Expresiones Corporales

Dentro del primer grupo distinguimos el ladrido, el gemido y el gruñido. El primero es heredado de su antepasado el Lobo, si bien es verdad que éste solo lo utiliza en su etapa infantil ya que, cuando un lobo llega a adulto deja de comunicarse de esta forma para utilizar el aullido. Los perros, sin embargo, mueren ladrando y parecen lobos que nunca alcanzarán la madurez.
Vocalizaciones:
El gruñido si es común a todos los cánidos y puede ser considerado como una señal de baja intensidad o como el primer paso a una conduca mas compleja .

Las expresiones faciales del perro son básicas en cuanto que sus músculos no están tan adaptados a la expresión como los nuestros.

En las expresiones corporales sí contemplaremos un amplio abanico de señales que, unidas a las faciales y vocalizaciones, forman un completo diccionario de lenguaje canino.



¿Todo eso puedes decir con ladridos, mi mascota?

Los ladridos pueden clasificarse :


Por su Tono en: Roncos o Bajos Normales o medios Agudos o altos
Por su intensidad Alta Baja Media
Por el Timbre Secos Prolongados Aullidos


Así, un ladrido.... puede ser ronco, alto y seco para mostrar, en este caso, la decisión de pelear o defenderse.

  Los gemidos y gruñidos..... pueden ser encuadrados entre los ladridos ya que pertenecen al mismo grupo de comunicación fónica de tal forma que, un gruñido ronco, profundo y mantenido suele ser el aviso de una posible defensa sobre todo, si va acompañado de una descubierta de colmillos y/o un erizamiento de las cerdas dorsales. 

  Los gemidos.... suelen ser utilizados como funciones sociales y expresiones de dolor o alegría.
Son las expresiones menos evolucionadas dentro de las comunicaciones de vocalización. Así, unos gemidos acompañados de movimientos horizontales de rabo. Indican siempre alegría o ganas de jugar.
  ¡Aquí pasa algo!. Ladridos de tono medio, encadenados y secos. Los utiliza nuestro perro cuando advierte peligro no inminente pero real. Puede ser el aviso de una invasión del territorio.

 
¡Estoy aburrido!. Encadenamientos de 4 ó 5 ladridos de tono medio con pausas de 3 ó 4 segundos de intervalo, secos y de intensidad baja. Suelen ser utilizados para llamar a otro congénere que esté lejos. Se producen más entre los especimenes subordinados y afectan a la paciencia del dueño y sus vecino.

 ¡Hola, Jefe!. Ladridos agudos, secos de alta intensidad, cadenas de 1 ó 2. Los acompaña de movimientos horizontales de cola. Parecen 'escopetazos' lanzados a la cara del dominante.

 
 ¡Dame agua!. Un solo ladrido agudo de intensidad alta y seco. Se acompaña de una mirada previa a la cara del Líder y una segunda en la dirección del objeto o recurso que el animal desea. El rabo no descansa mientras se produce esta comunicación.
  
 ¡Vamos a jugar!. Es el mismo ladrido anterior pero encadenado. El perro suele agachar el tren delantero y levantar el trasero. La mirada se fija en el individuo al que la mascota llama.
 
¡Déjame en paz!. Gruñido de tono normal, de baja intensidad y prolongado. La mirada al receptor se hace de reojo y suele ir acompañada de una incipiente muestra de colmillos. Es el aviso de un dominante hacia un subordinado o cachorro molesto.
 
Ven aquí, cachorro!. Ladrido de tono alto, intensidad alta y seco. Se lanza aislado, es decir, uno solo y mirando en la dirección del receptor.
   

 ¡Estoy asustado pero soy capaz de atacarte!. Gruñido que se mantiene hasta que se convierte en un ladrido de defensa.
   
 ¡No estoy bien en este territorio!...¡Me quiero ir con los míos!. Comienza en ladrido de aburrimiento para convertirse en aullido suave y prolongado 

 El aullido.... Es muy normal en razas nórdicas e incluso en los Pastores belgas. Muchos dueños enseñan el arte de 'cantar' a su perro, mediante el aullido. En estos casos, que ya no son espontáneos, el aullido es una comunicación social o actividad lúdica del perro. Asimismo, en el Lobo, el aullido es empleado para comunicarse a largas distancias y convocar reunión de manada.

¡Esto no me gusta!. Gemido suave, prolongado de baja intensidad y sonido como ¡Piiiii...Piiiii!. Los dueños de Pastores alemanes lo sufrimos cuando nuestro perro está haciendo algo que le mandamos y él quiere irse a hacer otra cosa. Es una auténtica comunicación de protesta.


 ¡Invasión real del territorio!. Ladrido de defensa, encadenado y con la cabeza vuelta hacia el peligro. Suele ir acompañado de erizamiento de cerdas dorsales, orejas enhiestas y boca cerrada (mientras no ladra).
  
¡Me duele, me rindo!. Chillidos que suenan como ¡Yaiii...Yaiiii....Yaiiii!. Con esta comunicación se acaban las peleas entre ellos (por abandono del vencido) 

  
 ¡Estoy estresado!. Jadeo continuo que puede estar acompañado del ¡Piii...Piiii!. Siempre va unida a esta comunicación, una facial, el estiramiento hacia atrás de los labios (parece como si trataran de reírse). Cuándo el jadeo es mas relajado, se acaba el ¡Piiii! los labios vuelven hacia delante y podemos decir el perro está liberando estrés.

 
¡Se acabó, me relajo definitivamente!. Gruñido tirando a ronquido, de baja intensidad y largo. la mascota parece desplomarse en el suelo.

Estas son las señales de vocalización más frecuentes. Si a ellas unimos las corporales y faciales verá Ud , la cantidad de combinaciones que podemos descifrar en el diccionario perruno de nuestro amigo. Todo es cuestión de paciencia y de aceptar la equivocación frecuente pero, les garantizo que, a la largoa, la comunicación con su perro será de lo más fluida. ¡Ya me gustaría a mí comunicarme con un chino como lo hago con mi mascota Bambi........... Y eso que el chino, es de mi misma especie....... saludos Bros..... y a observar mas a nuestra mascota...que algo nos querra decir...........